lunes, 18 de junio de 2012

Primera regla de conducción: NO MATES A NADIE.

Conducir: del verbo; dirigir o manejar un vehículo utilizando los mandos necesarios para que marche; guiar o dirigir hacia un lugar; llevar una cosa a otra como consecuencia o como adjetivo: Transmitir o propagar de un lugar a otro una corriente eléctrica, un fluido, una radiación, etc.
   Al fin conducir, si es un coche, la libertad misma, si es tu vida, la conciencia infinita, pero cuando tienes miedo, ¿qué pasa?. Los caminos se cierran, los ojos se cierran y hasta el más liberal se queda reprimido. La conciencia absoluta del humano, algo que muchos buscan otros tienen y niegan, algo que le ha celado a muchos, pero sobre todo, es el impacto que se tiene sobre la gente, a mi parecer, lo que me dan celos, es que. al conocer y al saber, podemos regir, y regir es a gobernar como liderar es una característica de un soberano.
   No me malinterpreten, no intento ni dominar la mente de las personas o gobernarlas como lo instigan algunos políticos, si no es poder comprende lo que quieren, ¿qué se busca?, ¿qué es lo que buscamos?, ¿qué es lo que queremos en verdad?, sobre todas las cosas.
   Dejando esa ultima linea, por que es cierto, sobre todo, sobre el dinero, sobre el amor, sobre los negocios y el sexo, los famosos placeres carnales, sabemos, que en el fondo, sobre todas las cosas queremos felicidad, y así también, sabemos que conociendo lo que queremos, lograremos dirigirnos a la felicidad.
   Pero el problema no es saber, si no, es el ¿cómo logramos llegar ahí?, ¿cómo lo alcanzamos?, ¿cómo hacemos las cosas?. y eso, eso es un problema angustioso. Ya que algunos lo confunden en drogas, en explotar su cuerpo, sexual o mentalmente, ahí encuentran placer y por eso creen que el placer es encontrar la felicidad. Yo sinceramente no se que quiero, no se ni por que escribo esto, no entiendo mi jerga ni mi acento, pero solo se que debo decir lo que pienso, sin importar acento, jerga o argumento y es que estoy molesto, estoy furioso, y no lo comprendo, ni por un momento.  (R. Rojas)
    Solo puedo decirles que, se lo que quiero ser, más no como llegar a ello y se que muchos están como yo, indecisos por saber como caminar para alcanzar ese sueño, por que cada persona tiene un sendero y cambia de acuerdo con el cuerpo, con la mente, la paciencia y la audacia de la misma para reflejarse con la persona indicada. Y, sin embargo sigue siendo difícil para el genio, comprender dichos trechos, y después de tanta rima, entender, ¿qué quiso decir?, y ¿cuál es el fin de ello?, litigar, recalcar, refutar, todo lo anterior o darnos cuenta que hay algo mayor a nosotros, mayor al amor, algo mayor que nos lleve a amor, algo mayor que nos lleve a la razón y núcleo de nuestra hambre por saber y eso es el infinito, por que el ser humano nunca se cansa de saber, nunca lo hará y a eso me refiero. 
   El conducir es solo una forma de explotación de nuestro subconsciente, la cual acata la función de dirigirnos, de guiarnos a la búsqueda de la verdad y después volvernos guías de este conocimiento para conducir a nuestros sucesores, a esto se le conoce madurar y pocos lo hacen. 
   Mi padre me ha enseñado, muchas veces hecho, mi abuelo me dijo que..., muchas veces dicho, pero sobre todo conscientemente lo atesoramos, por que al fin y al cabo son archivos de la vida que se convierten en recuerdos y esto nos mantiene unidos a seres que queremos y extrañamos, añoramos y deseamos compartir más tiempo con ellos. 
   Yo, yo agradezco a mi padre, yo agradezco a mis tíos, yo agradezco a mis abuelos, por que gracias a ellos, tengo partes de lo que soy, gracias a sus enseñanzas soy como soy, bueno, malo, bruto, listo, caprichoso, astuto, lento, ciego, rápido y feroz. Gracias por todas esas enseñanzas y ser mis guías, mis directores y mis conductores favoritos. 

Rey R.


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